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El ABC del clítoris

ANGÉLICA | A 17 meses de confinamientos, baja en la actividad económica y limitaciones en el esparcimiento, las cosas dentro de las relaciones amorosas no están en el mejor momento. Particularmente, tengo montones de amigos que atraviesan por su peor crisis marital.
El ABC del clítoris
Foto de Sharon McCutcheon | Unsplash

A 17 meses de confinamientos, baja en la actividad económica y limitaciones en el esparcimiento, las cosas dentro de las relaciones amorosas no están en el mejor momento. Particularmente, tengo montones de amigos que atraviesan por su peor crisis marital. Ya hay quien incluso habla de una sociedad rota, afectada por la pandemia por Covid-19. Lo que yo les recomiendo es ponerse  creativos dentro de la pareja y comiencen a experimentar con cuestiones que incluso se consideran tabú.

Yo no sé usted, pero en mi casa jamás se habló de sexualidad y mucho menos de orgasmos. De posiciones, clítoris y todas sus posibilidades, jamás.

Pero aquí, sin pudores incómodos, le tengo todo lo que usted necesita saber para explotar las posibilidades del placer en toda su extensión. Si mi madre leyera esta columna, seguro vuelve a morirse de la pena. Porque no es por nada, pero las viejas generaciones, al menos la de mi madre y mis tías, jamás se atrevieron a dar la más mínima recomendación sexual, por considerarlas pecaminosas y de mal gusto.

En fin. Mire, cuando vaya a hacer el delicioso, como ahora la chaviza le dice al acto sexual, prepare sus mejores armas. Desvista a su pareja y comience con caricias, besos y estimulación de ese potente órgano femenino que es el clítoris. Ambos lo disfrutarán en estos tiempos de pandemia. Aquí le va toda la recomendación.

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Sin pudores incómodos. | Foto de Dainis Graveris | Unsplash

A)

Lo primero que debe saber es que el clítoris es una de las partes más sensibles del cuerpo de la mujer y su estimulación contribuye de manera determinante para que ellas alcancen un orgasmo muy placentero o no. Siendo un punto tan sensible, hay que tratarlo con delicadeza y sensibilidad. Un amigo me dijo un día que la estimulación del clítoris debe hacerse con las yemas de los dedos, como cuando haces una bolita de chicle. Así de suavecito.

B)

El clítoris puede estimularse de varias formas. Con los dedos, con la lengua o con el miembro masculino. Lo más importante es relajarse y sentirse cómodo. No se trata de contrariar o de imponer. Las cosas dentro de la pareja, incluso de las que tienen muchos años juntas, deben fluir de la manera más natural.

C)

La estimulación manual es muy placentera, sobre todo cuando se hace con tiempo suficiente y con mucho cariño. Lo primero que ocurre es una lubricación generosa que prepara para otras etapas del coito. Y puede combinarse con chupeteos de senos y otras partes del cuerpo. También ellas pueden estimular manualmente al varón. Mucha caricia.

D)

El connilingus, sexoral o estimulación con la lengua es una de las actividades más placenteras de la sexualidad femenina. Puede iniciar con chupeteos a los labios vaginales, tipo lamida de paleta o mordisqueos de elote, succionando ligeramente. Hay una técnica que es alternar labios vaginales y clítoris, recorriendo con succión ligera. Y ya más entrados, ella puede colocarse en cuclillas directamente sobre la boca de su pareja y mover el pubis para que él dé lamidas desde el ano hasta el clítoris. También se puede colocar tipo perrito y la pareja puede estimular ambas zonas con la boca.

E)

Existen posiciones sexuales que estimulan el clítoris debido a los propios movimientos y hay otras que permiten estimularlo manualmente. Por ejemplo, las posturas en las que la chica se sienta sobre el hombre posibilitan que él pueda rozar el clítoris o que ella misma lo haga.
Durante el coito, las posiciones, particularmente, las de frente, permiten que el hombre roce con su miembro, toda la zona erógena externa femenina. Y si lo combinas con besos y lengüeteos de senos, esto puede convertirse en una experiencia sensacional.

F)

Es común que las mujeres, dentro de las relaciones de noviazgo, maritales o extramaritales, no compartamos nada de esta información. Por temor a ser rechazadas y que nuestros machos opresores pregunten desaprobatoriamente -¿dónde lo aprendiste? Entonces nos conformamos con lo que “sorpresivamente surja en el coito”, pero recuerde que un encuentro sexual es mucho más que penetración.

Así que si un día está usted agobiado por la pandemia, saque mi columna y platique con su pareja. Quizás ella pueda dar más ideas. Aplíquense, échenle ganas y quizás salga algo interesante en medio de los encierros obligados.

Y recuerde, aquí nos vemos la semana que entra con más consejos y explicaciones sexuales sin moralinas incómodas. Todo muy neta aquí entre nos.


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Quizás ella pueda dar más ideas. | Foto de Dainis Graveris | Unsplash